lunes, 3 de febrero de 2014

La disciplina, auténtica expresión de amor hacia nuestros hijos

En la nota anterior hablamos sobre la buena comunicación como una herramienta necesaria para la educación de nuestros hijos, pero con la comunicación también viene la disciplina.

¿Porque los tenemos que disciplinar?

Porque la necedad en el niño viene de fabrica. No la adquieren. Fíjense en la bebé más dulce, como sin dudar se deshace en un segundo de la preciosa banda que le acabas de poner en su cabecita. Y esa necedad no tratada, resultará primero en un adolescente rebelde e irrespetuoso, que quiera complacerse a sí mismo a cada minuto de la vida, y posteriormente en un adulto con todas las dificultades en sus relaciones laborales y personales. Recuerden que el objetivo es que nuestros hijos lleguen a ser adultos independientes y con dominio de si mismos.

Con esto, estamos listos para empezar a plantar para el futuro. No se agobien pensando en que método utilizarán para cada falta. Recuerden, lo que vamos a corregir es la falta de obediencia y la falta de respeto,  y ahí seengloban prácticamente todos los comportamientos a modificar.

El método de disciplina del "Tiempo fuera" ha sido estudiado, evaluado y aprobado por un gran número de psicólogos, pedagogos y especialistas en el manejo de niños(as) en edad preescolar y escolar, tanto en la casa como en la escuela. Es un método sencillo, pero efectivo, siempre y cuando se adopte como el único método para disciplinar, ya que esto evita confusiones y falta de predictibilidad. Es imperativo que el método sea utilizado CADA VEZ que el niño(a) no obedezca inmediatamente, o que cometa alguna falta de respeto.

Este es el procedimiento.

  • De instrucciones efectivas, 10 palabras o menos. De la instrucción solo una vez, manteniendo contacto visual y subiendo levemente el tono de voz.

  • Utilice advertencias efectivas, frases con... SI... ENTONCES.

  • Si no cumple con la instrucción, póngalo inmediatamente en la silla de TIEMPO FUERA, informando cuantos minutos va a permanecer sentado allí, un minuto por año de edad.

  • La silla puede estar en la misma habitación en donde estén los miembros de la familia, pero el niño(a) no puede hablar, cantar, jugar, etc. Esta reflexionando en la importancia de obedecer a mamá/papá.

  • Inicie la cuenta con un cronómetro. Si el niño(a) se para de la silla, regrese el cronómetro al tiempo advertido.

  • Es probable que las primeras ocasiones tenga que permanecer sosteniendo al niño(a) hasta que eventualmente él/ella sepa que no cederá a su deseo de levantarse de la silla.

  • Manténgase tranquilo, no entre en discusiones o negociaciones.

  • Si las emociones suben, aléjese hasta que esté más calmado. Regrese e inténtalo de nuevo. (Haga seis inhalaciones profundas, cuenta hasta 10, camine un poco, etc.).

  • Al terminar el tiempo asignado, abrace a su hijo(a), dígale cuanto lo ama y que no disfruta tener que disciplinarlo, pero que si él/ella decide no obedecer o faltar al respeto, lo tendrá que hacer nuevamente.



Sea consistente y perseverante, y en unas cuantas semanas verá la diferencia.

En unas cuantas semanas... Danny, mi sobrino de 18 años, muchas semanas, meses y años después... esta de acuerdo. El dice "No vas a dejar de sufrir la disciplina de tu madre hasta que veas los frutos de la misma"

La disciplina no es la única parte de la chamba como papá, pero si es la máxima expresión de amor por nuestros hijos.

Parte final del artículo escrito por la Psic. Margarita R . González Juárez, adaptado para nuestros lectores de CADYDH.

Hasta la próxima
Roc.
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