En la nota anterior
hablamos sobre la buena comunicación como una herramienta necesaria para la
educación de nuestros hijos, pero con la comunicación también viene la
disciplina.
¿Porque los tenemos que disciplinar?
Porque la necedad en
el niño viene de fabrica. No la adquieren. Fíjense en la bebé más dulce, como
sin dudar se deshace en un segundo de la preciosa banda que le acabas de poner
en su cabecita. Y esa necedad no tratada, resultará primero en un adolescente rebelde
e irrespetuoso, que quiera complacerse a sí mismo a cada minuto de la vida, y
posteriormente en un adulto con todas las dificultades en sus relaciones
laborales y personales. Recuerden que el objetivo es que nuestros hijos lleguen a ser adultos independientes y con dominio de si
mismos.
Con esto, estamos
listos para empezar a plantar para el futuro. No se agobien pensando en que
método utilizarán para cada falta. Recuerden, lo que vamos a corregir es la falta
de obediencia y la falta de respeto, y
ahí seengloban prácticamente todos los comportamientos a modificar.
El método de
disciplina del "Tiempo
fuera" ha sido estudiado, evaluado y aprobado por un gran número de
psicólogos, pedagogos y especialistas en el manejo de niños(as) en edad
preescolar y escolar, tanto en la casa como en la escuela. Es un método sencillo, pero efectivo, siempre
y cuando se adopte como el único método para disciplinar, ya que esto
evita confusiones y falta de predictibilidad. Es imperativo que el método sea
utilizado CADA VEZ que el niño(a) no obedezca inmediatamente, o que cometa
alguna falta de respeto.
Este es el procedimiento.
- De instrucciones efectivas, 10 palabras o menos. De la instrucción solo una vez, manteniendo contacto visual y subiendo levemente el tono de voz.
- Utilice advertencias efectivas, frases con... SI... ENTONCES.
- Si no cumple con la instrucción, póngalo inmediatamente en la silla de TIEMPO FUERA, informando cuantos minutos va a permanecer sentado allí, un minuto por año de edad.
- La silla puede estar en la misma habitación en donde estén los miembros de la familia, pero el niño(a) no puede hablar, cantar, jugar, etc. Esta reflexionando en la importancia de obedecer a mamá/papá.
- Inicie la cuenta con un cronómetro. Si el niño(a) se para de la silla, regrese el cronómetro al tiempo advertido.
- Es probable que las primeras ocasiones tenga que permanecer sosteniendo al niño(a) hasta que eventualmente él/ella sepa que no cederá a su deseo de levantarse de la silla.
- Manténgase tranquilo, no entre en discusiones o negociaciones.
- Si las emociones suben, aléjese hasta que esté más calmado. Regrese e inténtalo de nuevo. (Haga seis inhalaciones profundas, cuenta hasta 10, camine un poco, etc.).
- Al terminar el tiempo asignado, abrace a su hijo(a), dígale cuanto lo ama y que no disfruta tener que disciplinarlo, pero que si él/ella decide no obedecer o faltar al respeto, lo tendrá que hacer nuevamente.
Sea consistente y perseverante, y en
unas cuantas semanas verá la diferencia.
En unas cuantas
semanas... Danny, mi sobrino de 18 años, muchas semanas, meses y años
después... esta de acuerdo. El dice "No vas a dejar de sufrir la
disciplina de tu madre hasta que veas los frutos de la misma"
La disciplina no es
la única parte de la chamba como papá, pero si es la máxima expresión de amor
por nuestros hijos.
Parte final del
artículo escrito por la Psic. Margarita R . González Juárez, adaptado para nuestros lectores de CADYDH.
Hasta la próxima
Roc.
.
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