La mente agradecida espera continuamente cosas buenas, y esta expectativa se transforma en FE.
La acción de estar en gratitud, alimenta la Fe. Es necesario entonces, cultivar el HABITO de ESTAR AGRADECIDO por cada cosa buena que llega a nuestras vidas, y dar las gracias continuamente. Y porque todas las cosas han contribuido a que avancemos, debemos incluir todas las cosas en GRATITUD.
Es recomendable evitar dedicar nuestro tiempo en conversaciones acerca de los defectos, criticas, acciones incorrectas, enfermedad, pobreza, falta de armonía o carencias de cualquier índole.
Nunca es demasiada la importancia que se pone a la CONTEMPLACIÓN FRECUENTE DE LA IMAGEN MENTAL, acoplada con la FE firme, y la GRATITUD sincera.
Hasta la próxima.
Roc.
En mi familia siempre me enseñaron a ser agradecida, por mi madre que me eseñaba a ser agradecida a la gente que estaba cerca para ayudarme y mi padre me enseñó a ser agradecida al Señor que con su amor infinito nos hace pasar los mejores y los peores momentos de la vida.
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