Complementando la nota anterior, en esta entrada retomaré algunas comentarios interesantes de un curso que en su momento impartiera el Lic. Emilio Jorge Antognazza, Psicólogo Clínico y especialista en Psicoterapia Integrativa, y que tengo muy presentes.
En este curso
Antognazza afirma y con toda la razón, que en algún momento tendremos que
decidir que haremos con nuestra vida, sobre lo que hacemos o dejamos de hacer
o, mejor dicho, hacer consciente nuestra decisión porque decisión siempre hay,
aunque no nos demos cuenta.
Entonces le diremos
adiós para siempre al deseo de los otros, o adiós para siempre a nuestro Niño
Interior, al cual distraeremos con compulsiones múltiples para hacerle creer
que nos estamos ocupando de él: saldremos con nuevas parejas, jugaremos
compulsivamente, fumaremos, beberemos, nos drogaremos de cien formas
diferentes, culpando a la TV, los diarios, la escuela, o a lo que ustedes se
les antoje utilizar para evadir una realidad o mas bien dicho, la responsabilidad.
Por supuesto que
nuestro Niño Interior se manifestará, protestará e intentará revelarse, pero su respuesta será siempre, la
tristeza y el reproche metaforizado en algún síntoma. Pues lo estamos
crucificando sin saber que lo estamos haciendo, le daremos de beber vinagre,
nos mofaremos de él, y esperaremos hasta que alguna "insuficiencia"
lo aniquile.
También podríamos reconciliarnos con él, prestarle verdadera atención, escucharlo, sentirlo y
permitirle que se manifesté, si es necesario pedirle perdón por haberlo ignorado o
maltratado, darle un abrazo amoroso y regalarle la oportunidad de ser y decidir.
Tu eliges.
Hasta la próxima
Roc.
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Verdad que todos tenemos un niño en nuestro interior
ResponderEliminarY como todos, es frágil y requiere de mucho cariño pero si lo cuidamos adecuadamente con suficiente ternura y amor, nos dará la posibilidad de una realización plena y la capacidad de ser felices.
EliminarExcelente post. Hasta las lagrimas casi.
ResponderEliminarAlbum online, gracias por tu visita, si esta nota te conmovió significa que eres un ser sensible y eso te humaniza, felicidades.
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