lunes, 12 de octubre de 2009

Vibraciones, Energía y Creación


Algunas vibraciones son imperceptibles, como el ritmo de la tierra (Que es alrededor de 7.5 hz por segundo como lo describe Fabien Maman en su libro “The role of the music in the twenty-first Century”.

Otras vibraciones como las de los tonos musicales son más fáciles de percibir ya que vibran en una frecuencia de entre 16 y 20000 Hz.

Charles Taylor en su libro ”La física de los sonidos musicales” afirma que nosotros no sólo somos capaces de escuchar dichos tonos sino que en verdad solemos sentirlos en nuestros cuerpos, de tal manera que la música puede influir en nuestra salud y motivación de manera poderosa, nuestro sistema inmunológico reacciona a las vibraciones de la música así como todos los sistemas de nuestro cuerpo.

Cada uno de nosotros tenemos una frecuencia vibratoria, y ésta en buena medida, depende la vibración de nuestros pensamientos y sentimientos.

Si tenemos pensamientos y sentimientos que van en la misma dirección, nuestra energía será un gran imán que atraiga eso que pensamos y sentimos, para bien o para mal, pero si nuestros pensamientos o argumentos de vida van por un lado y nuestros sentimientos por otro, nosotros mismos nos neutralizamos.

El impacto de la frecuencia vibratoria del aprecio es muy poderosa, el científico japonés Masuru Emoto ha dedicado buena parte de sus investigaciones a demostrar cómo la energía de los pensamientos, los sentimientos y la música impactan directamente en la estructura cristalina del agua.

Si las diferentes frecuencias vibratorias de las palabras pueden cambiar la estructura cristalina del agua, toda una actitud lo que podrá hacer.

La misma doctora Candence Pert en su libro “Molecules of emotion” señala que a conexión energética ocurre en un nivel celular donde las moléculas receptoras vibran como si bailaran y esperaran rítmicamente los mensajes que traen las emociones y las intenciones.

La energía de la apreciación tiene un poder transformador que se hace realmente evidente en nuestras funciones más básicas: los latidos del corazón y el funcionamiento de nuestro cerebro.

En su libro “Curación emocional” David Servan afirma que en los estados de estrés, ansiedad depresión, o cólera, la frecuencia del ritmo cardíaco entre dos latidos se torna irregular o “caótica”, pero en los estados de bienestar , compasión o gratitud, ésta frecuencia se torna coherente.

Hasta la próxima.
Roc.



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